martes, 27 de enero de 2009

"Muchos chicos se enteran de que existe África gracias al París-Dakar"

Entrevista al presidente de l’Equip de Treball Àfrica Negra a l’Ensenyament (ETANE), Edmundo Sepa escrito por Jesus Martinez (Wanafrica)

Es una hormiguita. Por el trabajo: constante, silencioso, sin dejarse engatusar por los cantos de lira de las cigarras de turno, entregado hasta que la piel se le resquebraje. Edmundo Sepa (Isla de Bioko, Guinea Ecuatorial, 1951), a quien su madre llamaba con el diminutivo cariñoso de Kopesese (los evangelizadores le bautizaron con el Edmundo del santoral), es un hombre de la etnia bubi que sabe disfrutar del verano porque se ha esforzado mucho en invierno. En 1968 le trajeron a España como estudiante becado, y reside en Barcelona desde 1978. Estudió Sociología; antes ya sabía leer en el corazón de las personas. "España es racista." Es una frase que no la pronuncia como denuncia, sino con la resignación madura y asumida de quien sabe por experiencia que no se ha de almibarar la realidad, porque si no, sonaría falsa, y la mendacidad es la única palabra que odia. Kopesese tiene registrados diversos trabajos. En 1993 escribió Els negres catalans: la immigració africana en Catalunya, de la Fundació Serveis de Cultura Popular y la Editorial Altafulla. Publica en los cuadernos de debate promovidos por ETANE, una colección que pretende estimular la participación de la "diáspora africana en España" en el proceso de reflexión abierto por el Foro Social Africano, con el apoyo del Fons Català de Cooperació al Desenvolupament. Dos de sus títulos: África mutante: los dilemas del espacio y el territorio en el continente africano y Sociedad civil: participación ciudadana y derechos humanos en África, con la colaboración de la Fundació Juristes Sense Fronteras. Actualmente está puliendo el capítulo relativo a la adaptación e inserción de la población subsahariana en el sistema sanitario catalán de una obra colectiva sobre inmigración y salud ("el africano, a veces, relaciona medicina con curandero, y no entiende que haya un examen exploratorio previo para realizar un diagnóstico"). Es la lucha de cada día, el "trabajo de batalla en la inmigración", como lo define Edmundo.

En el despacho 8 de la planta 9 del Hotel d'Entitats de la Pau (Pere Vergès, 1), entre la federación de asociaciones gitanas de Cataluña y los antimobbing, teclea en el ordenador l'Equip de Treball Àfrica Negra a l'Enseyament, que preside nuestro hombre. ETANE es una onegé fundada en 1989 con el objetivo de divulgar la realidad africana en las escuelas catalanas. La realidad de sus bajos fondos: colonización, expolio, tráfico de esclavos... Y sus lingotes de sueños, los conquistados y los que están por venir: democracia, desarrollo industrial, riqueza cultural... Son un centenar de voluntarios repartidos en diferentes ámbitos de actuación -ahora se está creando la delegación de ETANE en Dènia (Alicante).

Edmundo, literalmente, se ha desparramado sobre la mesa de su oficina, puesto que es una extensión más de su cuerpo, o lo parece. Quiero decir que la mesa se le ha quedado pequeña, porque en ella pugnan por el espacio vital la grapadora y los sellos de goma, unidos contra las resmas de papel, las pilas de documentos, las pilastras de informes y las subcarpetas. En la pared, el reclamo de una exposición itinerante sobre los dictadores africanos, con un Hitler negro. A su lado, el logotipo de la campaña de sensibilización de ETANE: "Una altra Africa és posible", escrito en un mapa de África al revés, aunque podría estar del derecho, según el punto de vista. Es el reflejo de la mentalidad de Kopesese, empecinado en cambiar la manera de pensar de los demás para que en ellas quepa más crítica, más discernimiento, más comprensión, y el National Geographic que está leyendo. Cuando habla, refuerza sus palabras con trazos de lápiz multiformes sobre un papel, y, al final, se asemejan a verdaderos pictogramas chinos.

Sintoniza M80 Radio. Y la música hace que afloren nuestras vergüenzas nacionales, aún más, si cabe.

Noches de blanco satén

que nunca llegan a terminar.

Parece ser que nunca se envían

las cartas que he escrito.

Nights In White Satin, de Moody Blues

¿ETANE es una entidad pedagógica?

La constituimos para introducir en las escuelas de primaria y secundaria un enfoque didáctico más objetivo sobre el continente africano.

¿A qué se refiere por didáctica?

Intervención educativa mediante la elaboración de materiales pedagógicos y la organización de actividades de formación del profesorado de Ciencias Sociales como paso previo al contacto con el alumnado.

¿Qué materias tocan?

El proyecto de Àfrica en l'Ensenyament tiene varias dimensiones, que se adaptan a diversos programas. Por ejemplo, África en la descolonización: las relaciones entre Europa y África desde una óptica diferente, en la que habla África, no Europa. Una estructura que aborda muchos aspectos, incluso la diversidad cultural africana, con su literatura oral, que son los cuentos.

¿En qué colegios han dado charlas?

Muchos, muchos, muchos... ETANE ha participado en la formación del profesorado de l'Institut de Ciències Educatives de la Universitat de Barcelona, y es miembro del Consell de Coordinació Pedagògica de l'Institut Municipal d'Educació del Ayuntamiento de Barcelona. Ha colaborado con l'Associació de Mestres Rosa Sensat y ha realizado actividades en varios institutos de Cataluña, el último, en Abrera. No se trata de una asignatura de la enseñanza reglada; desarrollamos las actividades de acuerdo con el profesorado.

¿Qué ha visto en los chavales con los que ha establecido contacto?

Me impresionó el apoyo de los chicos después de que vieran las imágenes que les pasábamos de diferentes situaciones: hambruna, guerras, inmigración... Formulaban preguntas sobre lo que podían hacer ellos para ayudar. Qué podían hacer.

¿Qué nivel de conocimiento de África es el que tienen?

Muchos chicos se enteran de que existe África gracias al París-Dakar, pero no es su culpa. El sistema educativo no prima el conocimiento de lo que se llaman "culturas marginales". Los chicos no entienden que haya tanta diferencia entre formas de vida.

Cuando creó ETANE, se encontraría solo...

No, todo lo contrario. Y eso que finales de los ochenta fueron años difíciles, contra la inmigración. España acababa de entrar en la Comunidad Europea y su discurso era combativo en este sentido. Yo me acuerdo, en aquella época, de un vídeo electoral del Partido Popular (entonces Alianza Popular) contra la inmigración, en el que sólo salían imágenes de negros. De 1989 a 1996 hubo mucha implicación de entidades en nuestro proyecto. Cuando hablo de África, intento diferenciar dos cuestiones: por un lado, la sociedad civil, y, por el otro, los poderes públicos. ETANE creció porque había preocupación en la calle, y las instituciones nos ofrecieron apoyo, desde la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de Barcelona a la Diputació de Barcelona, que nos propuso ampliar nuestra intervención no sólo al terreno escolar, sino al sociocultural. También hubo mucha implicación de catalanes autóctonos. La aparición de ETANE fue recibida como agua de mayo.

¿Años de bonanza?

Nosotros fuimos el efecto novedad, que fue de 1990 a 1997. Éramos un grupo de africanos con formación universitaria que aportaba propuestas interesantes. Después han ido apareciendo otras asociaciones africanas, como Jamakafo, de gambianos, de Mataró, que, poco a poco, han asumido algunos de nuestros postulados, en un momento en el que los ayuntamientos han tenido la necesidad de crear los consejos de solidaridad y otras plataformas afines.

¿Cómo cree que se está tratando el tema de la inmigración?

Si quieres que te diga la verdad, en el discurso de España sobre inmigración no encuentro diferencias entre derechas ni izquierdas. La izquierda ha adornado de tolerancia el mismo endurecimiento que practica cuando gobierna.

¿El mismo?

Es un discurso hipócrita. Nosotros, cuando decimos blanco, es blanco, y cuando decimos negro, es negro. Si se ignora la existencia de un problema, es muy difícil solucionarlo. Hay que reconocer que España es, culturalmente, racista; si no, no se explican las expulsiones de gitanos y judíos. Primero hay que entender esto. Luego, España no ha sido capaz de absorber su propia diversidad cultural, por lo que es muy difícil que asuma otras realidades que le vienen de fuera.

¿Si usted fuera ministro del Interior, cómo abordaría el problema?

Europa es un continente imperialista que no ha aceptado la entrada de ciudadanos de otros países, como sí lo ha hecho Estados Unidos, un país de inmigrantes. La actitud ha sido de rechazo al otro, al extraño. Europa tiene que asumirlo, aceptarlo.

Pero ¿qué haría usted para cambiarlo?

Es difícil. La perspectiva del control de la ciudadanía debe estar unida a la integración y el desarrollo. Yo trabajo la dimensión sociológica de un fenómeno y su impacto en la sociedad. Una cosa es el control policial, que hay cumplir, y otra cosa es implantar normas para favorecer la integración, y no provocar rechazo, que es lo que ocurre.

Las pateras...

Se está castigando a las víctimas. Lo que vemos de las pateras es la punta del iceberg. No entiendo..., es que no puedo entender..., no me cabe en la cabeza cómo no se pueden localizar ni detener a las mafias que trafican en personas. En ningún momento nos dicen que se ha capturado a alguno de estos grupos. ¿Quién hay detrás?

Entonces, ¿es que no interesa atajar la inmigración ilegal?...

Puede ser. ¿Tan difícil es acabar con las mafias?

Según lo que explica, España no es tolerante.

España tiene una tradición en política de inmigración, aunque no lo parezca. Yo soy de origen ecuatoguineano, y te puedo decir que España ya aplicaba en sus colonias la contratación en origen, cuando existía una fuerte demanda de mano de obra. Por eso, ¿cómo explicar que entraran cada día, hasta hace poco, 20.000 bolivianos ilegales por el aeropuerto de Barajas? Y en el caso de Girona, los policías destinados en el aeropuerto se quejaban de que no podían controlar la avalancha de personas que llegaba a través de los vuelos low cost.

¿A usted le han llamado negro de manera despectiva?

Forma parte del día a día de cualquier negro. El negro que viene a España, si quiere sobrevivir, debe asumir que le mirarán de otra manera. Le dije a mi mujer hace dos días: "La gente esconde su mala educación con actitudes xenófobas". Por el hecho de ser negro se creen con el derecho de poderte despreciar. Por eso digo que el problema del racismo es un problema de cultura.

Escandaloso.

Te encuentras con situaciones muy complejas. Pero también muchas personas inmigradas no son, precisamente, unos santitos. Los colectivos no son homogéneos. Hay un proverbio zulú que dice: "Si estás entre nosotros, o te adaptas o te vas". Es una lógica de la vida. Quien emigra es quien ha de realizar un mayor esfuerzo en relación con el autóctono.

¿Los europeos de Guinea se han adaptado?

El inmigrante europeo no se siente obligado a acatar la forma de vida del país en el que vive.

Pero Europa tiene una deuda con África...

Sí, pero ha habido una complicidad global para pervertir y ocultar este hecho. Lo ha disimulado bien.

Al igual que se han establecido indemnizaciones para saldar la deuda de la esclavitud hasta el siglo XIX, Europa debería entonar el mea culpa por el colonialismo salvaje.

Europa tiene mucha habilidad para manipular.

Bueno, sus hijos han nacido aquí y son europeos.

Esta sociedad no permite a los hijos de los africanos negros ni ser europeos ni ser catalanes, sólo negros. Fíjate en Francia y sus banlieu... Si el discurso oficial no estimula un sentimiento de pertenencia al país, a mí que no me pidan que me sienta parte de una sociedad que me rechaza, y que utiliza un lenguaje excluyente. Es verdad que usted y yo somos europeos, pero si pasamos por un control policial, a usted le dejarán pasar y a mí me pedirán los papeles. Yo me acuerdo de que los policías me preguntaban: "¿Y usted cómo ha conseguido el DNI?". Y seguramente creían estar haciendo lo correcto, porque su normalidad era asociar español con piel blanca. Entonces, ¿a mí por qué me dijeron que era español?

Oh, me está siguiendo una sombra de la luna, sombra de la luna, sombra de la luna,
brincando y saltando en una sombra de la luna, sombra de la luna, sombra de la luna...

Moonshadow, de Cat Stevens

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